"yo no se mañana"

“yo no se mañana, si estaremos juntos o si se acaba el mundo….si eres para mi y yo para ti”

Nadie sabe nada, ni siquiera estamos seguros de lo que pasará 24 horas después…ni siquiera puedo afirmar como termina este post. Mucho menos saber quién michi es el amor de mi vida. El compromiso es atemorizante porque se relaciona con obligación y la obligación, con hacer algo aunque no te guste…aunque te fastidie…aunque ya no lo quieras.

Nuestra generación (que tía menopáusica me siento al decir eso ) ya no piensa tanto en compromisos, no de la misma manera que antes. Yo, tal vez, muy cojudamente, pienso que hay algo de verdad en ello. Cada pareja es una historia nueva, no pretendamos hacer un contrato común para cada situación, las reglas las van formando solo entre dos. (Hasta ahí….vamos claro) pero ¿qué ocurre cuando la relación de parejas deja de ser de pares y se forma algún triangulo amoroso? Aún no tengo la certeza…..todavia no lo se.

En todas las historias con finales felices solo hay un príncipe, solo hay un chico bueno, no dos. Yo creo muchísimo que uno se puedo enamorar mas de una vez y, tambien habrá gente que no se enamore nunca…el amor de tu vida no tiene que ser una sola persona entre tantos billones de habitantes…pero que jodido que te lleguen dos a la vez. Ni siquiera tienes que estar 100% segura que son el amor de tu vida, con tal que los dos te vuelvan loca basta para que te diviertas mucho o te frustres terriblemente.

"TODO TIENE SU FINAL"

Tal vez pensó que había sido muy mala, tal vez llego a creer todos los reproches que le hacia su madre cuando llegaba tarde a casa. El asunto es q ella estaba segura que había contribuido en cada segundo de su suerte… y sufría porque siempre supo que todo eso se estaba acabando. Ella era infiel y muy feliz de serlo… pero había instantes de flaqueza, había momentos en los que dudaba de su felicidad.



Era muy extraño, Julio y Diego no se parecían en casi nada. Pero lo que realmente le quitaba el sueño no era saber como llegó a esa situación ni tampoco como podían reaccionar los dos si llegarán a pillarla, lo que realmente no dejaba que pueda dormir tranquila era que se sentía estafada por ella misma. Sentía que había creado otro “yo”. Cuando estaba con Julio, su primer enamorado, con el cual tenia casi 3 años (desde los 15) ella parecía ser totalmente feliz, ella se sentía asi… no necesitaba nada más, ambos se conocían de una manera tan natural. Parecía que, cuando estaba con Julio, el tiempo se detenía; seguía siendo una chica virgen de 15 años, súper cohibida y acompañada en cada momento del nerviosismo ansioso por descubrir todo, cosa que fascinaba a Julio. Pero con Diego, ella era distinta, con él hacia cosas que Julio nunca le hubiese insinuado por temor a “ofenderla”. Se conocían mucho más físicamente, y aunque ella no sentía que él fuese su más grande confidente estaba segura que con Diego las cosas serian más sencillas. Él, finalmente, entendería. Entendería mucho más de lo que ella podría entender en toda su vida… ella no tenia nada claro y se odiaba por eso, por hacerle daño a Julio y porque Diego nuevamente la haría sentir como una niña inmadura cuando la este consolando.

Estaba camino a la casa de Julio, habían quedado en ver unas pelas como de costumbre y en ese momento se dejo de odiar. Ya no tenia cólera hacia ella misma, no se mortificaba más con sus cargos de conciencia porque notó que todo lo que había disfrutado con ambos hoy se perdía, ya no podía besar a Julio. Se quebró, una cuadra antes de llegar a su casa empezó a llorar como nunca lo había hecho. Lloró y ni siquiera sabía porque lloraba tanto ¿por ella? ¿Por quedarse sola? ¿Por odiarse? ¿Por Julio? ¿Para darle lastima? ¿Por saber que Diego si sabría que hacer? No lo sabia y eso la hacia llorar aún más. Agradeció que Julio no la haya recogido y corrió, sin saber a donde, solo lejos de ahí.